viernes, julio 24, 2009

*SOLO TU* CAP.4


Más tarde en los establos
Santiago- es un animal excelente.
Rodrigo- si, mi tía no se midió con semejante regalo.
Santiago- ¿y donde vas a tratar de domarlo?
Rodrigo- no lo se, no quiero que sea aquí, mi padre se pone muy nervioso si me ve intentándolo, desde la noche del accidente no le hace mucha gracia que monte caballos así.
Santiago- cierto, ¿pero que te parece el área al limite de los girasoles? No es muy cerca de aquí, es muy amplia, solitaria, ideal para que corras con canelo.
Rodrigo- tienes razón, ahora mismo voy, vamos a tu casa por ropa.
Santiago- ¿Por ropa?
Rodrigo- si, no pretendas que monte con este traje de niño rico, ahora no puedo entrar a la casa, ahí esta mi papa, y si me ve que me pongo mi ropa de montar me va a preguntar y tu sabes que esa discusión puede durar horas.
Santiago- esta bien, vamos.

En los Girasoles.
Maria- pero Mariana, ¿A dónde vas a ir?
Mariana- no se Maria, a cualquier lugar, pero tengo que salir de aquí, llevo dos días encerrada acomodando todo, necesito aire.
Maria- ¿quieres que te acompañe?
Mariana- si quieres, pero creo que es mejor que te quedes por si mi padre te necesita, por lo pronto pásame la ropa que esta sobre la cama. (Comenzando a quitarse el vestido que traía puesto)
Maria- ¿vas a salir con esto? ¿Una falda y blusa de sirvienta?
Mariana- pues si, no pretendes que vaya a recorrer los campos de la hacienda con este vestido que pesa kilos.
Maria- Pero son tan bonitos (acomodando uno en la cama)
Mariana- y muy incómodos.

A Rodrigo ningún caballo le había costado tanto trabajo el dominarlo como Canelo, logro montarlo pero este corría como loco por todo el lugar, mientras Mariana admiraba el paisaje que le regalaba el campo, era un mujer de ciudad, así que ese lugar le parecía mágico, camino sin saber cuanto, no se dio cuenta que salio de las tierras de la hacienda y entraba en las de “La Gloria” de pronto Escucho un grito.
Rodrigo- ¡cuidado!!!
Al girar sobre si, vio un caballo aproximarse hacia ella rápidamente, el jinete hizo todo lo posible por evitarla, en su intento salio disparado cayendo al suelo mientras el animal seguía corriendo, ella al salir ilesa corrió hacia el hombre que yacía boca abajo, lo tomo entre sus brazos y lo giro, con sus manos le limpiaba la tierra de la cara, que a cada momento le parecía mas atractiva.
Mariana- Señor, despierte señor.
El hombre comenzó a reaccionar, al abrir los ojos la vio fijamente, ella se estremeció al verse reflejada en los ojos verdes de ese hombre, tenia la mirada mas hermosa que había visto.
Rodrigo- ¿Eres un ángel? ¿Estoy muerto?
Mariana- ¿Qué?
Rodrigo- ¿Eres un ángel?
Mariana- No, claro que no (aun nerviosa por el encuentro) ¿esta usted bien?
Rodrigo- no puedo estar mejor (tomándola de la mano que ella tenia sobre su mejilla al limpiarlo de la tierra, ella la retiro bruscamente)
Mariana- Veo que si (ayudándolo a sentarse) pensé que se había matado.
Rodrigo- siempre me pasa.
Mariana- ¿perdón?
Rodrigo- nada, gracias por ayudarme.
Mariana- no, gracias a usted por no haberme pasado por encima.
Rodrigo- discúlpame, lo que pasa es que apareciste de repente que no pude detener a Canelo ¿por cierto? ¿Dónde quedo? (sobàndose el brazo)
Mariana- allá, comiendo hierva, y es cierto, es Canelo.
Rodrigo- ¿Lo conoces?
Mariana- a su dueño anterior.
Rodrigo y ella observaron las ropas del otro, los dos parecían unos simples campesinos.
Rodrigo- ¿trabajas en los girasoles?
Mariana- ¿Qué?
Rodrigo- ¿Qué si trabajas en los girasoles?, ellos eran dueños de Canelo.
Mariana- eh, ah si, si ahí trabajo.
Sin saberlo porque, Mariana acababa de iniciar un juego de mentiras que le traería muchas sorpresas.
Mariana- ¿y tu como conoces a los dueños de ahí? ¿Los conoces?
Al hacer un juicio equivoco por la vestimenta, Rodrigo temió no poder acercarse mas a esa joven que el destino había puesto en su camino, ya que su tía se molestaría al saber que su sobrino se interesaría en alguna de sus sirvientas.
Rodrigo- mmm, no, solo que el caballo le pertenece al hijo el patrón, se lo regalo su tía Blanca, ella es la que los conoce.
De repente todo quedo en silencio, hasta que..
Mariana- como veo que ya estas mejor me voy, tengo que llegar a la hacienda lo más pronto posible.
Rodrigo- entiendo, pero no te puedes ir sin decirme como te llamas.
Mariana- ¿Cómo me llamo?
Rodrigo- si, ¿Cómo te llamas?
Mariana- ehhh (*Dios que digo*) ehh Mar, Mar—MARICELA, Marisela Martínez, ¿y tu?
Rodrigo- mmm, RO…. ROBERTO, ROBERTO VILLEGAS.
Marisela- Mucho gusto Roberto. (Dándole la mano)
Roberto- igualmente Marisela.
Se quedaron viendo fijamente, entre ellos surgió algo inexplicable.
Roberto- ¿puedo verte de nuevo? Aquí. (Sin soltar su mano)
Marisela- no lo se.
Roberto- Por favor, para conocernos mas, platicar.
Ella recordó que Blanca iría al siguiente día a la hacienda a comer.
Marisela- mañana no puedo.
Roberto- ¿En dos días? Por favor.
Después de pensarlo unos segundos…
Marisela- Esta bien, en dos días a esta hora.
Roberto- Gracias.
Marisela- ahora si me sueltas por favor, tengo que irme.
Roberto- OH si, disculpa.
Ella se alejo lo mas pronto que pudo, mientras caminaba no se explicaba lo que acababa de ocurrirle, aun mas, no se explicaba el porque había mentido de forma tan colosal, ella no era una sirvienta y su verdadero nombre era Mariana, Mariana Mancera.
Mientras Rodrigo la observo hasta que su figura se perdió, en su vida había hecho muchas locuras, pero nunca había cambiado de identidad, el pensar que su posición de rico le impediría acercarse a esa mujer que le había provocado un sin fin de emociones en unos momentos lo convencieron que lo mejor había sido ocultar al verdadero Rodrigo Villaseñor.

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